Derivas sonoras

Paseo sonoro por la Cali de los 90

En junio y julio de 2015, participamos en el 15 Salón Regional de Artistas, Zona Pacífico, “Reuniendo luciérnagas” con dos propuestas de intervención radiofónica: un “Paseo sonoro por la Cali de los 90” y la mesa de radio en vivo “Truenos Subterráneos”, que buscaban propiciar la posibilidad de dialogar, de encontrarse a escuchar y a trabajar con los aspectos sensoriales y afectivos de la memoria de la ciudad y la región.

Un paseo sonoro es la exploración del paisaje sonoro de un espacio determinado a partir del seguimiento de una guía (o partitura) en la cual se señalan puntos importantes, llamativos u objetos o espacios que se pueden intervenir. Gary Ferrington en el texto “Haga un paseo sonoro y aprenda a oír” lo explica como la experiencia de escuchar la ciudad, de recorrerla pensando en lo que dice el paisaje sonoro.

Mientras se camina o se sueña buscando discotecas convertidas en supermercados, cafeterías desaparecidas, parques modificados por los planes de ordenamiento territorial de la ciudad y barrios que conservan la arquitectura de la época, se trazará un mapa de intersecciones, de recorridos, o mejor, de relatos sobre el territorio y es a través de los relatos que los lugares se hacen memorables. Lo memorable es aquello que se hace presente en la ausencia, “es lo que puede soñarse acerca del lugar” diría el filósofo francés Michel de Certeau (p. 121; 1996).

En esta modalidad de paseo por la ciudad, los participantes eran invitados a recorrer algunos lugares de la ciudad por un periodo de 2 horas aproximadamente, en bus que habíamos contratado para la realización de esta experiencia radiofónica.  Durante el recorrido, el colectivo Noís Radio junto al público asistente, producían el programa de radio “Cali te llama”, una especie de parodia de la radio comercial de los años 90, que sonaba en el sistema de audio del mismo vehículo.

En el paseo participaron los cinco integrantes del colectivo más trece personas que recorrieron parte de la ciudad el sábado, 4 de julio desde las 5 de la tarde hasta a las 7 de la noche.

El programa de radio “Cali te llama” recopilaba comerciales, canciones e informes noticiosos —tanto televisivos como radiofónicos— que habían sido emitidos o lanzados (en el caso de las canciones) en la década de los 90, además de entrevistas previas que el colectivo había realizado a una curadora y a un artista de la ciudad cuya obra también está relacionada con este periodo de tiempo en Cali (Érika Flórez y Leonardo Herrera) y a Jesús Becerra (Laboratorista de radio, de la Escuela de Comunicación social de la Universidad del Valle). Los tres se convertirían en informantes clave (testimonios) de esta investigación y sus reflexiones sobre la época aparecen no solo en este ejercicio, sino en el desarrollo general del trabajo.

Además de los audios pregrabados que sonaban en el bus mientras pasábamos por algunos lugares que se mencionaban en ellos, el programa dispuso dos micrófonos que estuvieron todo el tiempo abiertos a recibir los comentarios y recuerdos de los paseantes, quienes además respondieron a cuatro preguntas que les formulamos en una pequeña ficha:

  1. ¿Qué suena hoy?

  2. ¿Qué imaginas que sonaba en los 90?

  3. ¿Qué sientes al recordar ese o esos sonidos?

  4. ¿Tienen algún significado en tu vida? ¿Los relacionas con algo?

Estas preguntas estaban orientadas por un tipo de clasificación para el estudio del sonido desde diferentes disciplinas, propuesto por Murray Shafer: la acústica (características físicas del sonido), la psicoacústica (la forma en la que los sonidos son percibidos), la semántica o semiótica (conforme a su función y significado) y la estética (cualidades emocionales o afectivas). Esta clasificación, denominada por Shafer “contextos sonoros” nos permitió recoger las impresiones de los participantes al paseo y reforzar en ellos, el objetivo de la intervención radiofónica: escuchar el pasado, a través de una escucha inducida o suscitada por eventos sonoros.

La ruta del paseo, incluyendo los lugares de parada, fueron elegidos por el colectivo tras la selección de los audios y la realización de las entrevistas que conformaban el programa “Cali te llama”. 

Este ejercicio radiofónico se acerca a lo que De Certeau llamó relatos del espacio (descripciones orales de los lugares que revelar las operaciones que permiten el ver) en la medida en que busca despertar en los caminantes la voluntad de narrar.

A fin de cuentas, visitar el espacio de los recuerdos, es perseguir momentos, personas y lugares que permitan establecer una conexión con el pasado, aunque no se tenga la certeza de que se ligan a experiencias vividas (Jelin, 2002) o a recuerdos delirantes, imaginados. La memoria, como no es única, ni es una entidad propia, sino que está compuesta, entre otros, por huecos narrativos y silencios, sirve para activar el pasado en el presente (Jelin, 2002).

Caminar por la ciudad, reconocer los sonidos que han sido reemplazados, modificados, silenciados, y encontrar en los relatos que se generan mientras se sondea (“se escucha y se investiga con una postura abierta, sin tener demasiado claro a dónde puede llevarnos la escucha” (Toop, 2013) las huellas que dejaron en la identidad y en la memoria de las personas, para encontrarse con el hecho de que los lugares vividos son como presencias de ausencias. Lo que se muestra señala lo que ya no está: "vea usted, aquí estaba…”. Los demostrativos expresan las identidades invisibles de lo visible: es, efectivamente, la definición misma del lugar, constituir estas series de desplazamientos y efectos entre los estratos divididos que lo componen y actuar sobre estas densidades movedizas. (de Certeau, p. 121).


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