[2020-2] [Ensayo] Como en telenovelas
Por Harry Stuart Salazar.
En Colombia es costumbre encender la televisión luego de haber terminado con las obligaciones diarias. Posiblemente, así termina el día para muchas personas en el mundo; y a lo mejor lo que buscamos es un escape de la cotidianidad (1) (Rossana Reguillo, 2000; 98) a través de los innumerables canales de la televisión. Con el fin de encontrar un contenido que consiga que no queramos cambiarlo por otro. Es por esto que me cuestione ¿Qué hace que Harry decida prestarle atención a las telenovelas y no a otro tipo de contenidos?, la respuesta es sencilla, yo y supondría que muchos más, somos fans de las buenas historias.
Si la memoria no me falla podría jurar que toda mi vida he sido fan de las telenovelas; en especial, de la telenovela colombiana Betty la fea. En particular, contando mal me he visto esta telenovela unas 10 veces y creo que ahí no terminará; puesto que cada que la transmiten de nuevo en los canales nacionales o está disponible en una plataforma streaming me engancho nuevamente como si fuese la primera vez que la estuviese viendo. Lo anterior me remite a lo masivo popular (2) (Martín Barbero en Rincón,2017; 97), porque pareciese que hubiese un tiempo pactado por las industrias para volver a transmitir estas telenovelas que logran mover un gran volumen de masas y yo caigo en ese juego.
Evidentemente, no cualquier telenovela es considerada por la industria para un retorno. Es decir, aquella telenovela que vuelve a los canales nacionales es porque sin duda alguna causó un gran interés en el pasado; y si esto es así, dicha telenovela que retorna al horario premium se convirtió en su tiempo en parte de la identidad cultural (3) de las personas (Jesús Martin Barbero,1984;26). Precisamente yo conocí a Betty la fea por mi mamá y en ese entonces no entendía muchas cosas, por no decir todo, de lo que ocurría en ese mundo cerrado (4) (Carolina Sanín,2019;32); sin embargo, me sedujo a temprana edad y me hizo hasta el momento un fiel seguidor.
Llegados a este punto nos sigue quedando el interrogante ¿cuál es el secreto de telenovelas como Betty la fea? Yo, en mi plena juventud, siempre respondo que me gusta esa realidad alternativa (5) (Carolina Sanín, 2019;35) de donde me hubiese gustado ser un personaje. Sin duda alguna, esto es efecto del medio de la televisión que según Carolina Sanín (2019) “me sincroniza con la sociedad y me pone a soñar con ella dentro de ella”. Más no se trata tan solo de mí, hace unos días estaba en una de mis tantas repeticiones de esta telenovela y mi tía Ana se sentó unos minutos mientras esperaba a mi mamá para salir; y de manera cómica recuerdo que mi tía ya no quería irse con mi mamá, ella quería quedarse viendo la telenovela conmigo.
Increíblemente una telenovela (6) (Martín Barbero en Rincón, 2017), acababa de romper con la cotidianidad1 (Rossana Reguillo,2000; 98) de mi tía. No obstante, esto no era la primera vez que pasaba con esta telenovela; al parecer, esto fue lo que había causado el fenómeno televisivo de Betty la fea en su primera transmisión. Puesto que según mi tía Ana, hubo un tiempo donde el tema en las mañanas era hablar de lo que había pasado en el capítulo de la noche anterior y especular de lo que ocurriría en la noche del día en curso. Todo esto parece confirmar que esta telenovela rompió esa hegemonía que Jesús Martín Barbero (2017) “definía como la diferencia de clases”. De ahí que muchos independientemente de su clase social hoy en día no les sea ajeno el nombre de “Betty la fea”.
Definitivamente, “Betty la fea” rompió y continúa rompiendo la cotidianidad de las personas; ya que nos transporta a una realidad colombiana donde “la suerte de la fea la bonita la desea”. En concreto, esta telenovela trasciende en el tiempo gracias a su estructura vanguardista; ya que podrán pasar cinco, diez o más años y podremos asociar las historias de sus personajes con historias de la vida real. Así mismo, en esta telenovela no existe un antagonista como tal, sino un ambiente de rencillas que eventualmente se dan en un contexto laboral. De ahí que posiblemente “Betty la fea” sea aceptada por el colectivo aún con su carácter de improvisación de la realidad, porque refleja la vida cotidiana (7) (Rosanna Reguillo, 2000; 98) de casi todo un país.
Todas estas observaciones se relacionan también con lo que Jesús Martin Barbero (2017) señala como “perder el objeto para ganar el proceso”; puesto que, la televisión y su contenido como las telenovelas son susceptibles de llegar al límite de la alienación. En efecto, parece como si las ideas se les estuvieran acabando y simplemente repiten lo que aparentemente “funciona”, perdiendo la oportunidad de contar lo que es la cultura colombiana. Razón por la cual, algunos televidentes, incluyéndome, preferimos más aquellas telenovelas como “Betty la fea” o “Los Reyes” donde el chisme y los rumores son los promotores del conflicto que crean esa tragedia que nos causa incertidumbre, y que conocemos perfectamente porque hace parte de nuestra cultura popular.
Si aceptamos que telenovelas como “Betty la fea” o “Los reyes” son preferidas por sus chismes y rumores quiere decir que discretamente aceptamos nuestra cultura; en vista de que nuestra cultura popular es dominada por el chisme casi que por naturaleza y hace de un chisme el tema central de infinidad de conversaciones. Ahora bien, como lo decía Jesús Martin Barbero (1984) “no hay dominación sin complicidad y sin seducción entre el dominador y el dominado” y para esto sirve de ejemplo mi tía Ana. Ella se identificaba con el “Cuartel de las feas” porque ella hace parte de ese cuartel de amigas que cuchichean constantemente en el trabajo en su vida real. En conclusión, me di cuenta de que mi tía no solo le gustaba esta telenovela por su trama sino porque este mundo cerrado alude a su realidad a través de una realidad alternativa (Carolina Sanín,2019;35).
Indiscutiblemente, son los matices, los personajes, y el aire fresco de “Betty la fea” lo que consigue un gran número de rating siempre que es transmitida. Más no se trata tan solo de lo mencionado, también son las mediaciones que se tuvieron en cuenta en su producción que como decía Jesús Martin Barbero (2017) “son expresadas en el idioma de la gente común”. Tal vez, fue gracias a la improvisación de los actores en varias escenas lo que daba ese toque de realidad a la telenovela. Puesto que, es en la improvisación donde acudimos a toda esa memoria de nuestra asimilación de la realidad. De ahí que toda la historia se desenvuelva de una manera muy natural a diferencia de novelas actuales donde todo parece estar fríamente calculado.
En mi opinión existen muchas telenovelas buenas como “Betty la fea”; tan solo que como fan de esta historia tomo como referencia ese mundo que conozco casi que al detalle. Hecha esta salvedad, podemos ver que el retorno de estas telenovelas donde la trama gira en torno a nuestra cultura es aceptada y disfrutada; ya que, como amantes del chisme, ver toda una historia llena de rencillas donde el malo no es tan malo y el bueno no es tan inocente nos termina enganchando. A lo mejor los canales nacionales o plataformas de streaming lo hagan por cuestiones de estrategia e incluso hegemonía; sin embargo, al final de cuentas somos los mismos televidentes quienes imponemos lo que queremos ver y quienes damos la validación de qué tan bueno es el contenido. Por lo cual es un error pensar que las personas dependen de los medios cuando es al contrario.
Notas al pie
1. <<Cotidianidad>> es ante todo tejido de tiempos y espacios que organizan para los practicantes los innumerables rituales que garantizan la existencia del orden construido.
2.<<Masivo popular>> lo popular está en lo masivo en lo que ven las masas en lo que se hace en lo industrial (lo que se hace repetitivamente) allí es donde ocurren las cosas que hace la gente.
3. <<La identidad cultural>> está en la historia y no en una esencia incontaminada en el pasado. Está en la historia de los procesos a través de los cuales estos países se han hecho, está en la lucha por romper la dominación.
4. <<Mundo cerrado>> endogamia todos están enlazados con todos y todos los personajes parecen el mismo
5. <<realidad alternativa>> realidad utópica que es proporcionada por la televisión tomando referentes de la realidad que la hace similar más no específicamente precisa a la realidad.
6. <<La telenovela>> esa modalidad latinoamericana de melodrama en la que se resuelven y mestizan la narrativa popular y la serialidad televisiva"
7. <<Vida cotidiana>> se constituye en un lugar estratégico para pensar la sociedad en su compleja pluralidad de símbolos y de interacciones
Referencias bibliográficas
Barbero, J. M. (1984). Perder el "objeto" para ganar el proceso*. Signo y pensamiento Vol 3 N°.5,2°, (págs. 21-29). Bogotá.
Miguel de Moragas, J. L. (2017). De los medios a las mediaciones de Jesús Martín Barbero 30 años después. Barcelona: Instituto de comunicación de la Universidad Autonoma de Barcelona.
Reguillo, R. (2000). La clandentisa centralidad de la vida cotidiana. En A. Lindón, La vida cotidiana y su espacio temporalidad (págs. 98-110). Barcelona.
Sanín, C. (2019). El ojo de la casa. Rey Naranjo editores.
*Estudiante del Programa de Comunicación de la Universidad Icesi. Ensayo presentado en el curso Teoría de la Comunicación II en septiembre de 2020. El año de la pandemia.